lunes, 10 de septiembre de 2007

Un post onírico...

Buenas mis frikitos... hoy les vengo con una pachecada digna de compartir con ustedes, y bueno, lo que pasa es que alguna vez me dijeron que no cenara tanto antes de acostarme, y bueno como yo no estoy acostumbrada a cenar absolutamente nada, más que 30 ml de un jugo de arándano, pues cuando ceno pesado ps suelo llegar a tener sueños muy, pero muy raros.

Y ps fíjense que hace unos días se me ocurrió comer un plato de uvas, un poco de cereal y medio vasito de yogurt... aaay weeey!!! un buen de comida antes de acostarme y ps obviamente tuve unos sueños bastante extraños ja ja ja ja y ps en esta ocasión les comparto este sueño que la verdad está raro pero que a mi en lo personal me gustó mucho... y dice así:

...eran aproximadamente las 4:30 pm... me encontraba caminando por el centro de cuernavaca; una playera azul, unos jeans desgastados, el cabello suelto, los pies descalzos sobre un pavimentos que a pesar del calor que se percibía se sentía totalmente fresco como en las madrugadas, y la cara limpia, era lo que me acompañaba en mi andar.

Al llegar a uno de los extremos de la plaza del zócalo, me percaté de que era un día como cualquier otro: niños jugando, señores sentados en las bancas platicando, amantes enamorados declarándose un amor eterno en los rincones, señoras sentadas bajo las sombras cuidando niños o vendiendo recuerdos y artesanías, pequeños puestos de jugos, raspados y revistas, etc.

Me quedé parada observando todo a mi al rededor, bajo el brillante sol; ese sol brillante de verano que quema inclusive estando en la sombra y abochorna en cualquier momento. De pronto mi vista se fijó en una sola persona... Cabello chino frondoso y negro, piel morena y esa mirada que tanto me gusta, serena, fija, tan profunda que es difícil imaginar en que piensa. Nos separaba una gran distancia, por un momento el mundo se paró...
En un instante comenzamos a caminar el uno hacia el otro... con cada paso cada cosa comenzaba a perder su color, al estar frente a frente todo era como una fotografía a blanco y negro, sólo Renato y yo estábamos a color... nada más... el tiempo se detuvo y nos miramos a los ojos por un breve instante... y sonriendo despreocupadamente sus brazos me rodearon con una inmensa ternura.
De pronto me percaté que todo volvía a tomar movilidad, pero no había sonido alguno, al soltarme de ese abrazo y mirarte de nuevo, su boca pareció decirme algo... pero ningun sonido salió de ella, poco a poco su cara se fue acercando a mi hasta que sus labios rozaron los míos y al avanzar ese tan dulce beso todo sonido volvió a la normalidad, sin embargo no había color en ningún lado que no fuera nosotros.
Me tomó de la mano y sin decir nada comenzamos a caminar, nuestros pies descalzos caminaban por el suelo frío de Coyoacán, en algunos puntos se percibían algunas manchas rojas, azules, verdes y amarillas, pero solo eso. Un pequeño niño en una esquina, jugaba con unas burbujas y todos los colores que podía recordar se entremezclaban dentro de ellas, formando inclusive colores que yo pensé jamás había visto en mi vida.
Caminamos unas cuadras más y llegamos a un edificio antigüo, saqué un llavero de mi pantalón el cual tenía 3 llaves de bronce, entramos y subimos al quinto piso, abrimos la puerta de un departamento y dentro el color se había restaurado, todo estaba en calma y sólo se escuchaba el sonido de un reloj que caminaba lentamente en la pared. Se sentó en un sillón junto a una de las ventanas y con una voz suave y tranquila me dijo que me asomara a la calle.
Al observar hacia afuera, todo seguía gris... podía sentir con gran fuerza los latidos de mi corazón, un dolor a la altura del estómago me invadió de momento y una angustia y una tristeza enorme se notaron en mis ojos. Sentí su mano tomando la mía y voltee a verlo, de nuevo su boca me dijo algo pero ningún sonido salió de ella, quise contestarle, pero de mi boca tampoco salió ningún sonido.
Volví a voltear a la ventana y solo escuché su voz diciendo: " ahora... ahora se puede". No dije nada... solo moví la cabeza diciendo que si. Su mano acarició mi cara haciendome voltear y posar mi mirada directamente en sus ojos. Cerré los ojos y sentí de nuevo sus labios sobre los míos... al abrirlos me descubrí debajo de el, sintiendo su cuerpo con dulces caricias, pero sus manos ya no eran sus manos, su rostro ya no era su rostro, su voz ya no era su voz, su aliento ya no era su aliento... era otro, era ÉL, sus ojos me miraban con profundidad, su aroma era el mismo del que me enamoré, podía escuchar su respiración y sentir el latido de su corazón.
Con cada caricia de sus manos todo en la recámara comenzaba a perder de nuevo su color, sus manos tocaban cada centímetro de piel de una manera tan exacta, como si en mi piel hubiera un mapa... besos, caricias, ligeras mordidas, nuestra piel semidesnuda y cálida rozando cada espacio de una manera precisa; de pronto solo el latido de nuestros corazones se sincronizó, nos miramos fijamente y un beso más... su mano bajó por mi cintura y..... ja ja ja ja me desperté.
Bueno espero que no piensen mal frikitos, me pareció un sueño muy chido por que en verdad espero que puedan imaginarse como se perdía el color, el sonido, volvía y se volvía a ir. Tal vez podríamos considerarlo para hacer un corto de el ja ja ja ja pero bueno eso es algo que veremos luego. Les mando un beso, pórtense mal y nos leemos luego.